Alejandra Alomo, presidenta de Somos Cerveceros y co-fundadora de Birreras Argentinas, reflexiona sobre la labor de hacer cerveza como un acto de reivindicación a las brew sisters, cocineras de cerveza en la antigüedad, y el trabajo de Birreras para recuperar el brewing como una actividad de mujeres.
El Día del Trabajador y la Trabajadora es una fecha de reivindicación a las luchas por los derechos laborales, de reflexión sobre las victorias y sobre el camino que falta recorrer para que el trabajo sea motor de una vida más plena. En la actualidad, la brecha salarial, la masculinización de industrias, el trabajo informal y la flexibilización laboral son, entre otras, puntos de desigualdad que atentan contra la vocación y la pasión por un trabajo.
En el siglo XIV, las mujeres eran las encargadas de cocinar la cerveza en sus hogares. Conocidas como brew sisters, brewsters o alewives, tenían un rol fundamental en la elaboración de la cerveza, como también en la economía familiar. Con el tiempo, la elaboración de cerveza se profesionalizó, se convirtió en un negocio y pasó a ser, como muchas otras actividades, territorio masculino. Las mujeres cerveceras, acusadas de brujas, fueron perseguidas y asesinadas para que la “creación de brebajes” pasara a llamarse “cocinar cerveza” y fuera un trabajo de hombres.
En la actualidad, mujeres como Alejandra Alomo, primera mujer presidenta de la agrupación Somos Cerveceros y co-fundadora de Birreras Argentinas, buscan visibilizar el trabajo femenino en la elaboración de cerveza y promover la inclusión de más mujeres en esta industria. En el Día del Trabajador y la Trabajadora, Feminacida habló con Alejandra sobre qué es ser una mujer cervecera en la actualidad y cómo se conecta con las brew sisters de muchos siglos atrás.
¿Cómo se formó Birreras Argentinas?
Birreras nace en 2017 en un congreso en Mar del Plata, donde se hizo una cocción de cerveza en una fábrica específicamente para mujeres, llamada Brew House. Algunas nos conocíamos de vista, de algunos eventos o de otras capacitaciones, pero en realidad éramos muy pocas. A las mujeres, el hecho de capacitarnos nos limita un poco, por los días y horarios, y por las tareas de cuidado. Esa jornada nos brindó la posibilidad de sentarnos a charlar, de conocernos. Primero, empezó como una especie de “cata colectiva”, queríamos saber en qué situación se encontraba cada una. Así nos dimos cuenta que compartíamos problemáticas. Estábamos en diferentes lugares, pero los problemas coincidían. Lo que más nos mortificaba era el espacio de capacitación, que al no tener perspectiva de género, de alguna manera nos impedía intervenir. Entonces, el principal problema era, por un lado, la visibilidad de las mujeres en el sector. y por otro lado, la formación. Sobre esos dos pilares se formó Birreras de Argentina.
Actualmente sos la primera mujer presidenta de la agrupación Somos Cerveceros, ¿cómo fue tu acercamiento a la organización?
Somos Cerveceros es una asociación que ahora está cumpliendo 15 años. Cuando arranqué a hacer cerveza en casa con una amiga, nos apareció Somos Cerveceros en Internet. Básicamente, es una asociación civil sin fines de lucro que tiene como uno de sus lemas difundir la cultura cervecera, y me asocié para poder participar. En mi caso, yo tenía posibilidades de disponer de mi horario, por lo que empecé a formarme a través de la asociación, lo que me dio la posibilidad de conocer a otras personas. También, colaboré como ayudante en capacitaciones. Así fue como de a poquito terminé trabajando para la asociación y participando de los festivales. No puedo dejar de lado lo que tiene que ver con el feminismo y con la cuestión de conocer otras mujeres, otras realidades, de generar la visión de una perspectiva de género en la industria. Año tras año, iba creciendo la participación de las mujeres en Somos Cerveceros. Dos años atrás, se armó una lista y me convocaron a trabajar en la comisión directiva como vocal. Ahí empecé con la participación más activa desde el lado de los cargos. Esta gestión, que finaliza en 2024, es una comisión directiva con paridad de géneros. Ya somos ocho, cuatro mujeres y cuatro varones.
Además de la visibilidad y los espacios de capacitación, ¿hay otras puntas importantes sobre las que trabajen desde el “feminismo cervecero”?
Por un lado, en Argentina teníamos solamente cuatro mujeres juezas de cerveza. Como hay sommeliers en vino, en el mundo de la cerveza hay muchos concursos. Una de las referentes de la cerveza artesanal, Carolina Pérez, que es jueza y capacitadora, en la pandemia hizo un taller exclusivo para mujeres y éramos más de 130 las que asistimos. Con el tiempo pudimos comenzar a rendir los exámenes y convertirnos en juezas. Hoy la participación en la tarea de juzgar cervezas creció exponencialmente. Otra situación que identificamos es que las mujeres no son contratadas por las empresas para producir cerveza. Hay muy pocas brewmasters, que son quienes llevan la tarea de hacer la cerveza de una fábrica o la receta. En Argentina debe haber una o dos. El resto de los trabajos de producción en una empresa de cerveza es considerado un trabajo físico —por ejemplo, levantar bolsas de malta de 25 kilos—, por eso suelen contratar varones. Por nuestro lado, hicimos un par de cocciones de mujeres, en fábricas que nos prestan, para demostrar que se puede y no es una cuestión masculina.
Alejandra explicó que, ante este escenario, las mujeres que cocinan en general tienen sus propios emprendimientos. No hay forma de que trabajen en una planta. Sin embargo, destacó que hay otros trabajos relacionados a la producción de cerveza donde las mujeres sí están ejerciendo, por ejemplo, como bioquímicas. Al ser una industria chica, gran parte de las cervecerías nacionales son emprendimientos, micro o nano cervecerías creadas por varones.
Mencionaste que desde Somos Cerveceros incentivan la participación de mujeres en la industria con políticas, ¿podrás mencionar alguna de ellas?
Primero, si bien es un requerimiento de la Inspección General de Justicia (IGJ), a partir de este año todas las asociaciones civiles tienen que tener un porcentaje de mujeres en sus comisiones directivas. Nosotros lo empezamos a aplicar hace dos años. También, invitamos de forma diferencial a las mujeres a nuestros concursos de cerveceros caseros, que cocinan en sus casas, llamados homebrewers. Sí, en donde se invita en forma diferencial a mujeres, con antelación como para que puedan organizar las tareas de cuidado y confirmar la asistencia, ya que la mayoría están a cargo de esas tareas. Además, en el festival de Somos Cerveceros, que ya va por su tercer año consecutivo, la comisión organizadora está encabezada por mujeres.
#8M: Cocina cervecera de mujeres
El 8 de marzo, Somos Cerveceros, Birreras de Argentina y la Colectiva de Cerveceras organizaron una cocción que se hizo en una fábrica de la cerveza Abadía Deleuze, que se especializa en cervezas belgas. En esta ocasión, decidieron producir una cerveza típica de Bélgica que suele hacerse para Semana Santa. Se había votado que, como todas las cervezas de Birreras llevan nombre de mujer, en esta oportunidad querían reivindicar a Azucena Villaflor, activista de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, cuyo barrio natal coincide con el de la fábrica Deleuze, en la localidad de Avellaneda.
¿Existen agrupaciones como Birreras en otros países? ¿O es una tendencia regional?
En Estados Unidos hay una asociación, llamada Pink Boots, conformada hace muchos años. Es una asociación que está en todo el mundo, pero es para mujeres que trabajan en fábricas de cerveza, en el proceso de producción y elaboración. Birreras integra no sólo productoras de cerveza, sino a gente que se dedica a la capacitación, al marketing, a dueños de bares o empleados de bares, también. En España hay una asociación de homebrewers y cerveceros artesanales dirigida por otra mujer, que también es la primera en dirigir una asociación. Tengo entendido que están intentando formar una agrupación de mujeres cerveceras como Birreras. Sé que en Brasil existe una agrupación de cerveceras que están sufriendo violencia y persecuciones. Al formar parte también de una organización de cerveceras latinoamericanas, buscamos apoyarlas en este momento complicado.
¿Por qué haces cerveza?
Casualmente lo arranqué con otra mujer. Cuando me fuí interiorizando me fasciné por el mundo de la cerveza, lo mágico que es hacer cerveza. Hacer cerveza es en parte ser artesano. También con el tiempo, descubrí que hacer cerveza era una tarea de mujeres y que se les fue quitado por empezaba a hacer un gran negocio. Les fue arrebatado cuando pasó de hacer tarea de hogar a algo que podían vender. Fueron acusadas de brujas y asesinadas. Parte de la asociación estereotípica que hacemos de las brujas nació así. Las cerveceras solían tener gorros altos, escobas dadas vuelta en las puertas, no es casual que la imagen coincida. Creo profundamente en el reconocimiento de ese trabajo y de esa labor. Sigo siendo una mujer que reivindica a las mujeres que hicieron cerveza en esa época. Más allá de la pasión y la emoción que se siente cuando abrís una cerveza hecha por vos, cuando la podes compartir con tus amigos y con tus amigas. La cerveza es eso, la reunión y el compartir. Es un trabajo que hicieron muchísimas mujeres. En algunas tribus está asociado a un trabajo de mujeres, de hecho. Creo que es un buen momento como para reivindicar a las brew sisters o brewsters, que eran las mujeres cerveceras de aquella época.