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"Sara Facio: Haber estado ahí", el documental sobre la obra de la fotógrafa argentina

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La película documental sobre la fotoperiodista Sara Facio se proyectó el miércoles en el Cultural San Martín. Recorre el trabajo de una de las referentas más importantes de este arte, quien supo retratar los rostros de escritores latinoamericanos como Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Alejandra Pizarnik y de la gran María Elena Walsh: fotografías que inspiran aún hoy y que siguen presentes en las retinas de quienes han tenido contacto con sus capturas.

En entrevista con Feminacida, Cinthia Rajschmir, la directora del film cuenta cómo fueron las grabaciones en presencia de su protagonista y de dónde surge esta pasión por la referencia artística que para muches representa el arte de Facio.



Sara Facio nació en 1932.  Es fotógrafa, curadora, periodista, editora y notable promotora de la fotografía. Impulsó en Argentina con pasión y fervor la actividad local y su arte sigue inspirando. En 2018 presentó por primera vez su trabajo fotográfico sobre Juan Domingo Perón, realizado entre los años 1972 y 1974: un registro documental de los acontecimientos sucedidos en la política argentina en torno al peronismo. La exhibición estuvo compuesta por un conjunto de 115 fotografías –en su mayoría inéditas– seleccionadas especialmente para la ocasión en colaboración con la artista. Esta muestra revivió el impacto que Facio siempre provocó en Cinthia Rajschmir y fue allí que le propuso hacer un documental sobre su vida.

“Quedé fascinada con su fotografía y particularmente con esa exposición extraordinaria que hace un recorrido por acontecimientos muy importantes alrededor de la figura de Perón”, cuenta. Además, Sara colaboró con los detalles de este film: “A Sara siempre le gustó mucho el cine y lo frecuentó desde muy chica. Trabajó en cine a partir de su fotografía con grandes cineastas Torre Nilsson, por ejemplo. Entonces al estar trabajando en un proyecto cinematográfico estaba realmente muy, muy contenta. Conversábamos, yo le mostraba en el monitor y ella me daba indicaciones”.

Rajschmir explica, además, que ante la pregunta sobre los detalles o al tratar de obtener una opinión, todos los aportes de Facio fueron sumamente enriquecedores, fieles a su activa intervención: “El orden meticuloso de todo su archivo fue impactante. Lo iba desplegando y, al abrirlo, iba narrando todos los acontecimientos que estaban por detrás de cada una de las fotografías, por detrás de estos contactos, de estas imágenes. Esto fue muy generoso al igual que ella. Fue amorosa y entusiasta. Los rodajes fueron mágicos”.



¿Cuál es tu vínculo con la historia de Sara? ¿Recordás de dónde surge?

Mi relación con Sara surge a mis 18 años cuando llegó a mí un libro que retrataba a escritores latinoamericanos del Boom de los '60, Retratos y autorretratos, el libro de ella y Alicia D’Amico. A partir de esos retratos, cada autor escribía un texto literario, un autorretrato al verse retratado. Es un libro fascinante que comentábamos con mis amigos y amigas. En 1985, Sara creó la fotogalería del San Martín que era, en realidad, un pasillo entre el Teatro San Martín y el Centro Cultural San Martín. Un pasillo literal. Con el advenimiento de la democracia después de los años oscuros de la dictadura, los jóvenes andábamos por lugares en donde estaba viva la ebullición del under y oscilábamos por allí, íbamos y veníamos. Fue ella quien lo convirtió de pasillo a galería de arte. Y no era cualquier pasillo. Era uno por donde pasaba todo el mundo. Por allí pasaban Strassera, Moreno Ocampo. Estaba en el centro y en esa época era muy transitado.

¿Cómo fue esa exposición?

Ella no es que expuso allí su obra, sino que trajo la fotografía de los más grandes expositores del mundo con lo que significaba para esa época. Nosotros y nosotras allí aprendimos que la fotografía era arte. Y eso fue lo que ella se propuso: transmitir que la fotografía es arte porque se piensa y se siente.

¿Cómo fue el momento de proponerle el documental?

Cuando estaba produciendo Cortázar y Antín, cartas iluminadas, me acerqué a Sara para pedirle fotos. Yo tenía en mis manos incluso las cartas de Julio enviadas a Antín, pero me faltaban las fotos y ella simplemente me las cedió con total generosidad. Así pude construir el personaje de Cortázar con la mejor imagen de él que podía obtener: las fotos que Sara le había tomado. Cuando la contacté para el documental, ella ya conocía mi trabajo. Me comentó que había visto el de Cortázar y Antín terminado y también Huyendo del tiempo perdido. Y que aceptaba la propuesta porque le gustaba mi trabajo. Ese fue para mí el mayor y más emocionante reconocimiento recibido.

¿Qué querías transmitir con esta película?

Cuando me surge la idea de hacer un documental y lo decido es porque siento muy adentro que quiero y debo hacerlo, que no me lo puedo quedar, que lo tengo que compartir y de la manera en que lo recibo: con emoción, con poesía, con una mirada poética del mundo. Para mí es construir una obra de arte cinematográfica. No es un documental expositivo sino que intento que pueda hacer pensar, emocionar. Como dijo Lucrecia Martel: "Hacemos cine para provocar diálogos y después, conversaciones”. Y yo pienso lo mismo. Para mí es abrir puertas, "pasar la posta". Ni más ni menos.


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¿Qué significa para vos Sara Facio?

Para mí Sara es un ícono del arte, de la fotografía, del feminismo, de la lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y una defensora pionera de todo esto que nombro, además de una libre creadora. De ahí surge una admiración enorme.

El documental se estrenó en el último BAFICI y llegó al festival La mujer y el cine. “Esta es la última en Buenos Aires, luego se hará en festivales internacionales y posteriormente podrá estrenarse en cines, pero antes tiene que hacer este recorrido. Toda peli se cuida con amor y delicadeza y estamos haciendo eso”, concluye su directora Cintia Rajschmir.

Ficha técnica

Producción General y Dirección: Cinthia Rajschmir
Guión: Cinthia Rajschmir – Marcela Marcolini
Producción Ejecutiva: Graciela Mazza
Fotografía: Santiago Mouriño, Fernando Viñuela Virginia Rojas Mariana Russo Sebastián Meléndez
Montaje: Liliana Nadal
Música: Horacio Straijer
Asistente de Dirección: Wanda López Trelles
Sonido: Nicolás Cesario
Postproducción de Sonido: G. Pomeranec A. Rodríguez
Postproducción de Imagen: Gorky films
Distribución: Luciana Abad
Prensa: Analía Sánchez


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