Mi Carrito

Charlee Espinosa y el under: 20 años de teatro queer

Compartí esta nota en redes

Charlee es actor, autor, director y performer. “Y a mucha honra y con toda la furia y el orgullo de pertenecer al mundo del teatro independiente y del under”, dice. Así se presenta en esta entrevista con Feminacida, ante la pregunta que intenta definirlo y él la resuelve: “Un trabajador marica del teatro”.

Se crió en San Salvador de Jujuy. Allí inició su carrera teatral a los 17 años y formó parte del Taller de Teatro Municipal donde estrenó su primera obra como actor. En septiembre cumplirá 20 años de carrera artística. “Desde la infancia tengo el recuerdo de generar personajes, de siempre estar jugando con tacones y las camisas, blusas y faldas de mi madre y me montaba”, recuerda. 

“Creo que a los seis o siete años hubo como un despertar de búsqueda de la identidad que fue de la mano con mi despertar artístico”, continúa. Si bien de niño no tomó clases de actuación, cuenta que fue un soñador y recibió todo el acompañamiento de su familia: “No vengo de una familia del campo artístico, pero siempre fui muy albarazado y acompañado por mi madre”. Así fue cultivándose en la niñez e inspirándose en los personajes que aparecían en televisión lo que le permitió ir creando su propio perfil. 

“Desde que agarré papel y lápiz, primero dibujé y luego escribí muchísimo. Siempre tuve relación con lo artístico dibujando - algo que me encantaba- y que retomé en la pandemia. Allí tuve un nuevo encuentro con el dibujo”, afirma el artista. Su versatilidad está a la vista. Todo en él es ruptura, búsqueda de novedad, vanguardia. Instancias que nutrió desde el más innato interés que lo atravesaba.

Para su adolescencia Charlee escribía mucho. “Tengo carpetas y toneladas de hojas con historias que me inventaba. No historias de amor sino reversiones de lo que veía en la tele. La televisión para aquel entonces fue como mi primera ventana al mundo artístico. Cuando fui creciendo aparecieron otros referentes, otras historias y otras cuestiones, inspiraciones, intereses. Pero la escritura siempre estuvo muy presente”, explica. Así fue que en 2006 escribió y dirigió su primer espectáculo Mierdas Florales (o susurros que no suenan).  

Paralelamente comenzó el Profesorado de Artes en Teatro y la Tecnicatura Superior en Actuación de la Escuela Provincial de Teatro Tito Guerra. Además tomó diversos cursos y talleres con reconocidos maestros jujeños y de otras provincias como María del Carmen Sánchez (antropología teatral - Buenos Aires), Oscar López Zenarruza (actuación - Jujuy), Noé Andrade (entrenamiento actoral- Tucumán), Cristina Prates (danza teatro - Rosario), Vicky Larraín (performance - Chile) y José María Muscari (dirección - Bs. As.). 

“Al talento hay que estimularlo y enriquecerlo con estudio”, sostiene y recuerda cuánto lo fascina la historia del teatro: “Me interesó siempre conocer a quienes hicieron cosas antes, saber quiénes fueron nuestros primeros próceres teatrales, las primeras locas que se animaron a hacer cosas maricas en el teatro”. 

El camino del underground

Abrirse paso en el campo artístico, más específicamente en el teatral, no ha sido nunca un paseo sin dificultades. Con esto muy claro, y  siendo muy joven, Charlee fundó y dirigió dos grupos de teatro Independiente en Jujuy: primero fue ADN (Arte De Nosotros) y luego, entre 2010 y 2012, hizo lo mismo con ADNShock después  rebautizado Shock. Posteriormente, de 2012 a 2013, dirigió Arte Queer

Fue un pionero en nutrir la movida under de Jujuy con puestas en escena provocadoras y cautivantes. “Tomé la decisión de escribir mis propias obras porque quería contar mis historias desde una mirada de libertad y también de libertad sexual con todo lo que eso implica en una provincia tan pequeña como de la que vengo”, detalla. Y cuenta que el camino no ha sido fácil pero pudo ir sorteando a fuerza de perseverancia e ingenio, algunas de esas dificultades. 

“Lo económico y lo teatral nunca se han llevado muy bien. Básicamente es un problema que atraviesa al arte todo. Entonces uno se va reinventando, se va como haciendo de armas que autogestiona o toca puertas. Porque si bien es una lucha constante, es una con muchísimas satisfacciones”, relata el dramaturgo y confiesa que, si bien ha intentado tener uno de esos trabajos estándar, “para tener el sueldo fijo y algo estable que te sostiene o que te paga el alquiler”, atravesó allí un momento bisagra que, durante la pandemia, lo motivó para abocarse de lleno a los espacios en los que sí deseaba estar: los escenarios.

“El teatro me acercó al Drag, fui una de las primeras Drag Queen de Jujuy”, revela. Es así que desde 2013, momento en que decidió comenzar a vivir en la Ciudad de Buenos Aires, se sumó a diversos proyectos que siguen la línea estética que inició en su provincia de origen: el Camp, Kitsch, Trash y Trvestismo Escénico que unidas generan la Estética de la desmesura, un concepto que trabaja desde 2008. 


Te recomendamos leer: Arte disidente para ganar la batalla cultural

Actualmente dirige Bailanta, su shock teatral varieté que va por la cuarta temporada y que se retomará en Octubre. “Post Drama Queer, Duelo y Celebración. Una obra de arte que también es cachengue escénico”, reza su descripción. A su vez, está trabajando en La voz humana, un clásico teatral monologal de la década del ´30 que tomó el desafío de reescribir. “Esta versión la encontré en un cuaderno que tenía. Ahí, entre unos papeles, escrita a mano y dije ´la tengo que volver a hacer, tengo que volver a montar esta obra que a la vez sigue tan vigente´. Así que elegí que sea una versión drag y cómica”.

La voz humana se reestrenará en su quinta temporada en julio en el icónico club cultural Feliza (Av. Córdoba 3271, CABA). En simultáneo, está trabajando en Hartazgo, una dramaturgia de autoría propia que se estrenará en octubre y que ya comenzó a ensayar. “Es una obra que tiene que ver con una familia argentina que está atravesada por la crisis del 2001.  Está compuesta por una madre, que además fue una actriz muy famosa en los ´80, y de pronto es olvidada por el medio y los productores por lo que todo el tiempo está rememorando y anhelando su pasado de diva. Además tiene tres hijos que entre los tres, no hacen uno”, comenta el director. Esta obra cómica que juega con el código telenovelesco, la militancia y la crítica social, aún no tiene fecha de estreno definida así que habrá que aguardar novedades.

Charlee, además de un prolífico dramaturgo, actor y creador original, es DJ. A partir de agosto estará brindando shows, una vez al mes, en la Fiesta Jolie que ofrece Feliza. “Me permito eso”, concluye Charlee, “gestionar un show teatral performático y musical en un boliche, el teatro clásico, la dramaturgia. Me encanta mezclar todo: desde la mariconada más conceptual hasta jugar con los clásicos o montar un show para un boliche”.  


Compartí esta nota en redes