Por Violeta Amaru Fisteus (*)
¿Cuánto vale una vida? ¿Por qué causa una persona estaría dispuesta a a morir? Son preguntas que no puedo parar de hacerme desde que pude ver a les representantes de las comunidades indígenas de la quebrada y puna jujeña. Estaban reunides en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNJu, la cual abrió sus puertas para recibir a nuestres hermanes del norte. En un aula se juntaron para conversar varias horas y decidieron volver a sus comunidades a cortar la ruta del litio para defender sus tierras.
Cuando terminó la asamblea, entre cantos, escuché la consigna “pacha o muerte”.
Una sensación extraña recorrió mi cuerpo, me dieron escalofríos, “pacha o muerte”, yo nunca grité algo así. ¿Por qué?
Con la nueva reforma inconstitucional se ponen en riesgo nuestros derechos como ciudadanes, no solo por la prohibición de las manifestaciones, sino también por el derecho al territorio. En Jujuy convivimos con naciones originarias de más de 500 años de historia, que gracias a la lucha por el reconocimiento de nuestros derechos en la Constitución Nacional tienen hoy potestad sobre sus territorios y eso es lo que está en peligro.
El inciso 5 del artículo N° 36 de la reforma defiende la propiedad privada y establece que el titular puede solicitar el desalojo a las personas ocupantes. Esto incluye la ocupación de los terrenos fiscales. La reforma quita el derecho a la posesión veinteañal, tema no menor para nuestras comunidades ya que la mayoría no poseen título sobre las tierras en las que viven desde tiempos precolombinos. Si el Estado provincial o los “dueños” de la tierras lo desean pueden desalojar a las comunidades que tampoco podrán reclamar, pues el derecho a la protesta (artículo 14 bis de la Constitución Nacional) también está siendo cercenado.
Tampoco se establecieron procesos que aseguren la consulta libre, previa e informada a pueblos indígenas sobre cuestiones susceptibles de afectarlos, tal como corresponde según el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un tratado internacional con jerarquía supralegal.
La Reforma Constitucional tiene nombres y apellidos, es apoyada por el bloque de la Unión Cívica Radical, partido que forma parte del frente "Cambia Jujuy", cuyo referente es Gerardo Morales, y por el Partido Justicialista, liderado por Rubén Rivarola. Solo seis congresales constituyentes (PTS y PJ) renunciaron a sus cargos por la imposibilidad de debatir el proyecto y su aprobación en tres semanas, proceso que según la ley 6.320 debería durar 90 días.
Jujuy y el litio
Fachada sustentable, métodos cuestionables. El gobierno de Jujuy está haciendo una amplia y engañosa publicidad sobre las políticas que aplican, detrás de un discurso de cuidado del ambiente, cannabis medicinal y revolución tecnológica se esconde la represión al pueblo y el desalojo de las comunidades. La legislación que hoy regula la extracción de recursos naturales tiene una marcada posición extractivista que beneficia a las empresas privadas estableciendo, por ejemplo, que a las mismas no se les puede imponer regalías mayores al 3%, sí, solo el 3% de las riquezas de nuestro suelo quedarían en manos del Estado.
La extracción del litio pone una gran controversia en el tema ambiental, porque si bien la utilización de baterías reduce la dependencia de materiales fósiles como el petróleo, la extracción de este material implica la utilización de grandes cantidades de agua dulce, la cual contamina con sal ya que el litio se encuentra en los salares.
Lo que hoy corre peligro es el agua, la tierra, nuestra Pacha Mama. ¿Morirías por el agua o por la tierra?
¿Cuál es el precio de la lucha? ¿Quién está dispueste morir? Quizás pueda sonar exagerado, pero para quienes alguna vez estuvimos en una represión sabemos que la policía pega con odio, que las balas de goma se disparan a los ojos, que el gas pimienta arde y no te deja respirar, que los caballos están esperando unas filas más atrás, que desde los edificios hay policías armados. Lo sabemos porque lo vivimos, la adrenalina se siente, el corazón late rápido, mirás a todos lados buscando a tus compañeres para apoyarte en elles y apoyarles. Y también sabemos que, algunas veces, alguien muere. Colectivos como "Identidad Marrón" con conocimiento de causa afirman: los muertos siempre los ponen los marrones.
Mientras en algunas familias se hacen los asados del día del padre, o se descansa en el fin de semana largo, también hay otras familias enteras que están cortando la ruta, durmiendo a la intemperie en un clima tan crudo como el de nuestra quebrada y puna, con temperaturas que descienden incluso bajo cero por las noches. Ahí están con sus hijes, abuelos, abuelas, que saben que sin tierra y sin agua no hay pacha, no hay vida.
En los 40 años de democracia que lleva nuestro país no se había registrado una reforma constitucional provincial que retroceda tan ampliamente en materia de derechos humanos. El poder legislativo y judicial están implicados en la reforma, centralizando el poder en el ejecutivo de turno que, “casualmente”, luego del término de mandato de Gerardo Morales, asumirá Carlos Sadir, también del partido "Cambia Jujuy".
Para quienes tenemos el privilegio de volver a casa, sentarnos a pensar y escribir en nuestras computadoras, nos queda la responsabilidad de contarle al resto lo que hoy pasa en Jujuy, porque no es nada nuevo. Ya nos han quitado la calidad de vida con las instalación de mineras extranjeras como Mina El Aguilar, Mina Pirquitas, o la empresa azucarera Ledesma, también cómplice de la desaparición forzada en la última dictadura militar, eclesiástica y empresarial.
Hoy más que nunca tenemos la responsabilidad social e histórica de salir a las calles, alzar la voz, poner el cuerpo y gritar: ¡No a la reforma insconstitucional de Gerardo Morales! ¡Salarios dignos para les docentes!
JALLALLA PUEBLOS ORIGINARIOS
(*) Profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy