Mi Carrito

8M: sin nosotrxs, la rueda se para

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Foto de portada: Micaela Arbio Grattone

Como todos los años, alrededor de las 17 horas de este lunes 8 de marzo, el glitter y las banderas comenzaron a cubrir las avenidas que llevan al Congreso. Con un poco de dudas sobre la realización o no de la concentración, cómo, dónde y cuáles serían las actividades, miles de mujeres y disidencias se sumaron al paro internacional para demostrar que sin ellxs, el mundo se detiene. 

Las consignas que aglutinaban a la multitud fueron muchas, pero todas se venían palpitando en los reclamos de los feminismos por los casos de violencia de género de las últimas semanas. Luego de la conquista del aborto legal, seguro y gratuito en diciembre, quedó claro que la lucha por los derechos de las mujeres y personas LGBTTIQ+ no había terminado. Nina Brugo, abogada e histórica militante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, sostuvo que esta movilización condensó “por un lado, la alegría del festejo y, por el otro, la petición. Porque acá nos van a tener hasta que el patriarcado se vaya bajando cada vez más”. 

Mil y una razones para parar 

“Paramos para visibilizar las condiciones de superexplotación del trabajo que la crisis pandémica ha impuesto a mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries”, fue el primer punto en el pliego de demandas que presentó el Colectivo Ni Una Menos en conjunto con otras agrupaciones. 

Myriam Bregman, legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Frente de Izquierda, contó en entrevista con Feminacida que “la pandemia trajo pobreza a la región, pero en la Argentina particularmente trajo desigualdad. Los ricos se hicieron más ricos, los pobres se hicieron más pobres y entre los sectores más afectados estamos las mujeres”. Según el Informe sobre la situación de género en el sistema de riesgos del trabajo del tercer trimestre del 2020, las mujeres ganan en promedio un 14 por ciento menos que sus compañeros varones. 

Si bien el acceso a un trabajo digno, en condiciones de igualdad tanto salariales como de acceso a los puestos jerárquicos, es un reclamo central a la hora de pensar el rol social que cumplen las mujeres y disidencias, no fue el único en esta movilización. Los temas que interpelan a los feminismos son múltiples y todos urgentes. 

Paro Internacional Feminista-8M
Crédito: Micaela Arbio Grattone

Otra de las exigencias fue la autonomía económica. “Porque vivas, con tierra, con vivienda y desendeudadas nos queremos”, agregaba el comunicado alusivo a la fecha. La Secretaría de Género de la Unión de Trabajadores de la Tierra realizó un "verdurazo" frente al Congreso al comienzo de la jornada. Repartieron alimentos a todxs quienes se acercaron y sostuvieron que son ellas, “las mujeres trabajadoras de la tierra las que históricamente creamos el alimento, recreamos la vida, cuidamos las semillas, logramos la supervivencia de nuestras familias con creatividad y amor”. 

También se pidió por la sanción de una ley de cupo laboral travesti-trans que vaya más allá del decreto nacional existente. Y por un freno a las políticas extractivistas que se están implementando en el país, como por ejemplo los proyectos de megaminería contra los que siguen luchando en Chubut

Reforma judicial feminista contra la violencia machista

La razón principal para parar y reunirse con lxs compañerxs nuevamente en las calles fue, sin dudas, el pedido de justicia y de respuesta por parte del Estado frente a la cantidad creciente de casos de violencia de género. Según los datos del Observatorio de las violencias de género Ahora Que Sí Nos Ven, 55 femicidios fueron cometidos entre el 1° de enero y el 7 de marzo de 2021. Es decir, actualmente muere una mujer cada 29 horas en la Argentina. 

Como siempre se dice desde la militancia feminista, los femicidios son la punta visible de un problema mucho más profundo y estructural. “Es un momento en el que está muy claro cuáles son las violencias que no acepta más la sociedad, que son esas que están en el iceberg arriba de todo pero tenemos que lograr visibilizar todas las violencias que hacen que se sostenga ese ciclo”, declaró la actriz Thelma Fardin a Feminacida. 

Reclamo por la reforma judicial feminista.
Crédito: Micaela Arbio Grattone

En la misma línea, Laura Velazco, legisladora de la Ciudad por el Frente de Todos, sostuvo en diálogo con este medio: “Este año después del logro del aborto vamos muy fuerte por el ni una menos porque no queremos más femicidios ni trans-travesticidios en la Argentina. Queremos que se haga realidad una justicia feminista”.

Luego de los femicidios de Úrsula Bahillo, Guadalupe Curual y muchas otras mujeres este año, quedó claro que algo tiene que cambiar. La justicia, tal como existe hoy, es patriarcal y obsoleta y el Estado no brinda las respuestas necesarias para detener la violencia. “Estoy harta de pedir justicia porque la justicia es machista, es clasista, es lesbo-trans-puto odiante, reproduce lo que defiende la policía. Tiene que haber un cambio radical y un apoyo entre nosotrxs para terminar con esta mierda”, explicó la guitarrista de Kumbia Queers y ex She Devils, Pilar Arrese.

Hasta que se cumpla la ley 

En esta jornada de lucha, otro de los reclamos que resonó en la concentración fue la efectiva aplicación de la Ley 27.610 por la Interrupción Voluntaria del Embarazo y la libertad de las personas privadas de ella por abortar. “Primero, tenemos que hacer el seguimiento de las leyes que nosotras conquistamos. Por otro lado, todavía no se cumple que las mujeres que están presas por abortos, que son más de 1500 mujeres en nuestro país, sean liberadas”, sostuvo Nina Brugo. 

Nina Brugo, integrante histórica de la Campaña por el Aborto Legal
Nina Brugo, integrante histórica de la Campaña por el Aborto Legal
Crédito: Micaela Arbio Grattone

“El aborto fue la muestra perfecta de que tenemos un poder muy grande y que movemos absolutamente todo. Por eso este 8 de marzo me parece muy importante pensar todas esas cosas, abrazar todo este movimiento”, dijo la música Mora Navarro. Y si bien aprendimos que las calles son el escenario de nuestras batallas y que es ahí donde la fuerza multitudinaria nos permite transformarlo todo, no tenemos que olvidar que queda mucho por conquistar.


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