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Argentina: 2 de cada 3 niñes son pobres

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Según el último informe de UNICEF Argentina sobre pobreza multidimensional presentado el miércoles, el 66 por ciento de los niños y niñas son pobres por ingresos, es decir carecen de recursos monetarios o están privados de derechos básicos como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro. 

El informe se basa en los datos de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC y, a partir de allí, se realiza un abordaje cuantitativo, tanto en términos monetarios como no monetarios. Además se presentó un análisis cualitativo realizado junto a La Poderosa que busca conocer las experiencias cotidianas de vivir en la pobreza para lo que se indaga en las experiencias que viven las personas en barrios populares de diferentes puntos del país.

De la suma de ambas estimaciones, se desprende que 8, 8 millones de niñes viven en la pobreza. De ese total, son 3,7 millones (28 por ciento) les que enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente: es decir que 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado.



En este contexto, el trabajo comunitario y redes barriales ocupan un lugar esencial para que niñas, niños y adolescentes puedan acceder a sus derechos. En este sentido, María Claudia Albornoz, referente de La Poderosa, evidenció la urgencia en poner en valor esa labor. “Necesitamos un reconocimiento real del trabajo que realizan las cocineras comunitarias, que son las que vienen poniendo el lomo y sosteniendo la olla en Argentina hace más de 30 años”, dijo en la presentación del informe de UNICEF.

Del total de niños, niñas y adolescentes que residen en el país, el 51,5 por ciento de viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para adquirir una canasta básica total de bienes y servicios que en enero, para un hogar con cuatro integrantes, ascendió a $72.043 mensuales para no caer en la indigencia. El 13,2 por ciento vive en hogares extremadamente pobres o indigentes, es decir, con ingresos inferiores a los necesarios para comprar una canasta básica de alimentos. Esto equivale a alrededor de 6,8 millones de personas menores de 18 años en la pobreza monetaria y unos 1,7 millones en la pobreza monetaria extrema.

Tanto la canasta básica total (CBT), que marca la línea de pobreza, como la canasta básica alimentaria (CBA), que determina la línea de indigencia, aumentaron en enero 7,2 por ciento. En términos interanuales, la CBT subió un 108 por ciento y la CBA, un 109,9 por ciento. Esto representa que una persona adulta necesitó $23.315 mensuales para no ser indigente y $52.925 para no ser pobre. En tanto, un hogar con cuatro integrantes precisó $163.539 para no quedar bajo la línea de pobreza.

Estos datos y análisis buscan contribuir en el diseño e implementación de políticas públicas orientadas a reducir y finalmente erradicar la pobreza de niñas, niños y adolescentes. 

Luego de conocerse estos indicadores, el ministro de Economía y la titular de ANSES anunciaron la ampliación de la cobertura de asignaciones familiares, que alcanzará a 900 mil menores de edad y 400 mil trabajadores. Desde marzo, se igualará el tope de ingresos para percibir las Asignaciones Familiares con el piso del Impuesto a las Ganancias y el nuevo monto pasará de los $158 mil a $404 mil.

El desglose del informe incluyó la presentación del documental La situación de la pobreza en los barrios populares, para visibilizar las historias de vida de mujeres que viven en barrios populares, indagar acerca de sus vivencias y en el rol fundamental en el cuidado comunitario de niñas y niños.



Foto de portada: Daniella Fernández


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