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15 años sin Otoño: memoria colectiva y lucha contra la complicidad

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La familia de Otoño Uriarte inició una colecta de fondos solidaria para contratar a un perito de parte que permita reactivar la causa por el secuestro y femicidio de la joven de la localidad rionegrina de Fernández Oro. En esta nota, la incansable búsqueda por la verdad y la trama de complicidades políticas, jurídicas y policiales que, a 15 años del hecho, mantiene impunes a los responsables. 

Eran las 23:15 cuando Otoño Uriarte fue vista por última vez en la localidad de Fernéndez Oro, provincia de Río Negro. Ese 23 de octubre de 2006 tenía 16 años y caminaba por el sector de chacras donde vivía con su familia, a unos dos kilómetros del casco urbano del pueblo.

Mientras la policía y los medios de comunicación afirmaban que se había ido sola de su hogar, familiares junto a amigos y amigas y toda la comunidad iniciaban su búsqueda.

Otoño fue hallada sin vida seis meses más tarde, en abril de 2007, en un canal de riego. La autopsia y estudios posteriores determinaron que fue violada, torturada y asesinada. Sin embargo, la causa permanece con la carátula de “privación ilegítima de la libertad agravada por su duración” que no da cuenta de los hechos.

Una compleja trama de complicidades políticas, judiciales y policiales con sospechas de vínculos con la trata de personas y policías involucrados, empantanaron desde un principio la investigación que ya lleva 15 años sin ningún resultado concreto.

“Ni a la Justicia ni al poder político parece interesarles en qué instancia está la investigación de esas complicidades”, denunció Roberto Uriarte, padre de Otoño, en el comunicado donde llaman a una colecta solidaria para contratar a un perito forense que reactive la investigación. 

El negocio de la trata, una pista inconclusa

–¿Sabés qué? Tengo que llevar a una chica para fichar, loco – dijo el proxeneta.

–¿Cómo está (la chica)? – contestó el oficial.

–Está re buena.

–Uy, qué los parió. Esperá... Le preguntamos al subco.

Así comienza la conversación donde un proxeneta del cabaret “Las Vegas” de Choele Choel y un policía de la comisaría 8va, de esa misma localidad acuerdan “fichar” a una menor de edad, es decir, cambiar su identidad por la de una adulta. Las escuchas llegaron en 2007 a la primera jueza que tuvo la causa por el asesinato de Otoño, María del Carmen García García, y fue el comienzo de una pista que vinculaba el caso con redes de trata de personas para explotación sexual. Esa “chica” podría ser Otoño, pero nunca se terminó de comprobar.

Este expediente quedó en manos de la jueza Marisa Bosco y fue la misma Policía de Río Negro, con Víctor Cufré como su jefe, la encargada de cesantear y hostigar al único oficial a cargo de seguirle la pista a esta red de trata, Gabriel Ormeño.

Los policías cómplices reciben su premio

Cufré estuvo al frente de la investigación por la desaparición de Otoño como subjefe de la Policía de Río Negro y fue uno de los que aseguraron, en plena etapa de búsqueda, estar “convencido” de que la joven de 16 años se habría ido de su casa “por su propia voluntad”.

Pese a su rol en la trama de encubrimiento a proxenetas, el gobernador radical Miguel Sainz lo ascendió en 2010 a Secretario de Seguridad y Justicia de la Provincia. En ese cargo estuvo al mando del operativo en Bariloche en el que, ese mismo año, la Policía rionegrina asesinó a Diego Bonefoi (15) y la represión del día siguiente donde la fuerza mató a Nicolás Carrasco (16) y Sergio Cárdenas (29).

Por este crimen Cufré fue condenado a cuatro años de prisión, una pena que aún no puede hacerse efectiva por un recurso pendiente en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Sigue libre, actualmente jubilado e impune.  

Otro de los policías que recibieron el premio del ascenso fue Ives Vallejos, el comisario de Fernández Oro que encabezó los primeros momentos de la investigación por Otoño. En 2010 fue promovido a primer jefe de la Regional Quinta, en Cipolletti.

El caso

Con una jueza, María del Carmen García García, y un fiscal, Oscar Cid, separados de la investigación con juicio político, la causa lleva años sin ningún avance. Hay seis hombres imputados: Néstor Cau, Germán Antilaf, José Jafri, Maximiliano Lagos, Federico Saaverda y Juan Calfiqueo. En 2016 la jueza Sonia Martín los había sobreseído por falta de pruebas, pero los sobreseimientos fueron revocados al año siguiente por el Superior Tribunal de Justicia.

En el 2020 se determinó que la causa debía ser tratada como un “caso complejo”. Esto le otorgó otro año más a la investigación que quedó en manos de la fiscal Teresa Guiffrida. Con este cambio de Fiscalía aparecieron nuevas escuchas que estaban resguardadas en una caja fuerte desde el comienzo de la causa, como también datos de testigos, que nunca se habían investigado, según explica Roberto Uriarte en diálogo con Feminacida. También quedó inconcluso el estudio sobre material genético encontrado en el vello diecisiete.

Ahora la familia busca volver a incluir al perito de parte Enrique Prueger, quien estuvo en los comienzos del caso, con el objetivo de mantener un seguimiento de los peritajes que volverán a realizarse con nuevas tecnologías.

En cuanto al posible cierre de la causa, el papá de Otoño aclara que “mientras haya prueba por producir no se puede cerrar”. La Jueza de Garantías otorgó cuatro meses para continuar la investigación, un plazo que se podría extender mientras queden pendiente testimonios o pericias por realizar. 

Otoño, presente

Cada 23 de octubre se enciende nuevamente la memoria colectiva por Otoño con actividades en las plazas de Fernández Oro y de El Bolsón, localidad donde actualmente vive parte de su familia. “¿Alguna vez pensaste que podías desaparecer?”, rezan los carteles desde las calles, con los ojos de Otoño y su mirada. 

Pese a que la connivencia entre la policía y los poderes político y judicial impidieron que en estos 15 años la causa se esclarezca, el cambio de Fiscalía y la contratación del perito de parte suponen una esperanza.

“Inevitablemente para ella no va a existir justicia posible. No es por Otoño, es por las cumpas, por las que quedan”, dice su papá y agrega: “Hay una esperanza de conocer la verdad, aunque después de 15 años dudo que lo sepamos con certeza”.

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Para la colecta solidaria, la familia De Otoño suministró los siguientes datos: Uriarte Roberto Enrique / Banco Nación Argentina - Caja de ahorro: 1978552562 / CBU: 0110197930019785525629


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